Características
¿Todos podemos ser cuidadores?
¿Qué pasa con nuestras vidas cuando nos convertimos en cuidadores?
Damos respuesta a estas y muchas dudas en MLDLVF-Educa
Un buen cuidador no ve la función como un mero trabajo para ganarse la vida o como una obligación porque se trata de un familiar cercano, sino que implica mucho más. Implica tener paciencia, no dejarse ganar por la impotencia o las limitaciones y nunca, en ninguna circunstancia llegar a la agresión física o verbal, aun cuando parezca algo muy leve como un arañazo, un apretón de mano, una palabra mordaz, una frase subida de tono…
El cuidador debe disfrutar la compañía, el poder estar y hacer, pero tampoco debe permitir un daño a su propia integridad como ser humano. El respeto es esencial en la relación: cuidador, enfermo, familia, paciente.
Ser cuidadora / auxiliar de enfermos y adultos mayores es el trabajo más difícil que le pueda tocar a alguien, pero se debe ver como ‘capital de gracias’, una forma de retribuir, de dar gracias, de poner en práctica la humildad. Es un momento de verdadero servicio y sacrificio, pero también el que mayor satisfacción les dará, porque al ser cuidador se crea un vínculo con la persona en estado de vulnerabilidad.
El cuidador es capaz de recordar esos días con alegría, con satisfacción por haber estado, por haber ayudado y acompañado al enfermo o adulto mayor. El cuidador se siente en paz consigo mismo por haber servido. Pero también, debe cada día reconocer sus limitaciones y aceptar las limitaciones del enfermo o adulto mayor.
En MLDLVF-Educa nos proponemos dar al cuidador herramientas para mejorar sus habilidades, sus fortalezas y sus capacidades para satisfacer las necesidades del enfermo, al mismo tiempo que cuida de su propia salud y que suple de cuidado preventivo a los familiares del enfermo. Ofrecemos al cuidador capacitación formal e informal para minimizar los factores de riesgo y las complicaciones asociadas a la enfermedad y los efectos secundarios de los medicamentos que se suministran, suministrándoles paralelamente toda la orientación requerida para que no sientan el ser cuidador como una tarea obligatoria, sino como un servicio de apoyo.