Diabetes

La forma de comportarse de una persona diabética cambia.  Comienza a hacer cosas que no son normales: consumo de agua excesivo, necesidad urgente de orinar, pérdida de memoria, visión borrosa, dificultad general en la visión, cansancio, sobrepeso.

Ante estos síntomas, es necesario acudir al endocrinólogo, quien ordenará exámenes de sangre y de orina de forma inmediata para diagnosticar la enfermedad.

Si el nivel de azúcar resulta en niveles, por ejemplo, de 233, el medico diagnosticara diabetes, ya que los niveles normales se sitúan alrededor de 70.  El medico ordenara entonces la compra inmediata de un glucómetro, lancetas, tiras reactivas y una pesa. Y mantendrá un monitoreo constante del paciente diabético.

Se establecerá un régimen estricto de dieta, lo cual será difícil, porque no solo se deberá estar pendiente de lo que el paciente come, que todo sea medido y que sea lo que corresponde a la dieta ordenada por el médico, sino que también se deberá estar pendiente de sacarle la sangre antes y después de cada comida y asegurarse de que tome sus medicinas de forma regular.   Por supuesto, habrá que incluir en diferentes sitios de la casa notas recordándole al paciente que tiene diabetes e indicando expresamente qué comida está prohibida por su condición diabética, porque la perdida de memoria esta asociada a la misma enfermedad.

La Diabetes no tiene cura. Su control se basa en medicamentos, ya sean orales o inyecciones de insulina, para mantener niveles normales de glucosa.