Las personas a quienes se les detecta la enfermedad de forma temprana por lo general deciden continuar con su trabajo y su vida cotidiana, manteniendo la enfermedad en secreto hasta que ya se hace evidente su deterioro. ¿Cuándo ocurre esto? En el momento en que el paciente se da cuenta de que tiene que pedirle a un cliente o a un colega que le ayude a levantarse o a caminar. El riesgo de esta decisión es una caída que puede resultar tan leve como un par de costillas rotas, o tan serio como una fractura de cráneo. En cualquiera de los casos, el enfermo tiene que permanecer forzosamente en reposo, acelerando el deterioro de su capacidad motora y de su equilibrio, llegando incluso a generar por la falta de movilidad una distrofia, atrofia o plasticidad muscular, que finalmente lleva a la deformación de las extremidades por la pérdida de la masa muscular, dejando inservibles los brazos, piernas, manos, dedos, etc.
La enfermedad parece que ataca por todos lados al paciente, mermando con ello sus fuerzas y su estado de ánimo. El Dr. Roberto Lasso de la Vega explica esta etapa como una mezcla de sentimientos, entre enojo, estrés y depresión. El paciente se siente como una carga porque su cerebro funciona perfectamente, pero su cuerpo no lo acompaña. ¡Le gana el orgullo!
¡Pero cuidado! Hay que diferenciar esta mezcla de sentimientos, de un comportamiento errático e intranquilo, de un día al otro. En estos casos puede tratarse de una reacción a los medicamentos.
MLDLVF-Educa le enseña al cuidador y a los familiares del paciente a estar atento a cualquier cambio en el enfermo, ya sea físico o mental. No puede darse nada por sentado. Tampoco debe automáticamente considerarse que todo es consecuencia o resultado de estrés o depresión. Debe necesariamente un especialista conocer el hecho y hacer el diagnóstico.
Por eso, nuestros programas de formación para enfermos de párkinson van dirigidos también a familiares, auxiliares y cuidadores. Nos enfocamos en brindar capacitación en temas relacionados con sus labores en la tarea del cuidado del enfermo de párkinson, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida y disminuir los problemas emocionales de todos los involucrados, tanto de los familiares, como del cuidador y del enfermo mismo.
Buscamos que la persona diagnosticada con párkinson o quien quiera prevenir la enfermedad, siga estas indicaciones:
- Realizar ejercicios aeróbicos de intensidad moderada
- Evitar golpes en la cabeza
- Evitar fumar
- Masajes diarios
- Terapia física
- Logopedia